Somos seres de hábitos… hábitos de pensar, de sentir, de decidir, de actuar. Gracias a estos patrones que repetimos nos resulta más sencillo abordar cada día, cada tarea, cada situación; nos permiten ser más rápidos y eficaces en multitud de ocasiones pero en otras pueden interferir en nuestra vida y frenar nuestro desarrollo.
¿De dónde provienen?

Viñeta de “El Roto”
Nuestro temperamento en interacción con nuestro entorno va afrontando situaciones poniendo en marcha distintas maneras de reaccionar y actuar. A su vez, las construcciones culturales que nos rodean, nuestra historia familiar, los estilos educativos, las experiencias personales, lo que nos “funciona” o no para adaptarnos al medio en el que nos estamos desarrollando… van ocupando nuestro espacio mental, nuestro foco de atención, nuestra manera de abordar las situaciones y actuar (o no actuar).
¿Cómo se mantienen en el tiempo esos hábitos hasta el punto de convertirse en nuestro piloto automático?
Por un lado, se mantienen porque nos “funcionan” para algo; que nos presten atención, que nos valoren, que nos refuercen, que nuestra autoestima no sufra, y un largo etc.
Tenderemos a repetir aquellas formas de actuar (y de pensar, sentir) que nos “funcionan”. Al repetirlas una y otra vez las iremos interiorizando de manera que se irán convirtiendo en nuestro modus operandi: un patrón estable de funcionamiento.
Hay diversos momentos a lo largo de la vida, especialmente cuando estamos subiendo escalones en nuestra evolución personal, en los que nos damos cuenta de que, en algunos aspectos, no queremos seguir funcionando así; ese patrón, ese bucle no somos nosotros.Ya no nos sirve y no nos identificamos con él.
Si actuamos conforme a nuestro piloto automático (y todos tenemos uno, mejor o peor adaptado pero lo tenemos) podemos llegar a sentirnos frenados, difuminados, alejados de lo que realmente es coherente con nosotros mismos.
¿Cómo podemos salir de este bucle de “eterno retorno”?
En cualquier momento podemos decidir dar un giro a nuestra vida, a nuestra forma de funcionar en ella ¿Cómo? Creando un hábito nuevo que nos permita cortar ese círculo vicioso y reaccionar de una manera diferente e incompatible con ese modus operandi con el que no queremos seguir identificándonos porque no nos representa.
En las próximas semanas iremos creando un guión, unos pasos que nos permitirán desconectar el piloto automático y coger las riendas para poder ser los conductores de nuestra vida, de manera que nuestros pensamientos, emociones, decisiones y acciones sean coherentes con quiénes somos y con nuestra apuesta.
RETO 16: APRENDE UN GUIÓN.
Escoge una canción, un poema, un cuento o relato,… o una receta,… o las instrucciones de tu móvil o tablet. Da igual el qué. Tú decides. No hace falta que el contenido sea extenso (eso sí, debe ser completamente nuevo para ti). Lo que nos interesa es que prestes atención al proceso que vas a seguir para aprendértelo.
¿Cuántas veces necesitas repetirlo, leerlo o escucharlo para que te lo sepas de memoria, lo repitas con fluidez y lo recuerdes a largo plazo?
Si lo deseas, no dudes en compartir tus retos, preguntas u opiniones en los comentarios de cada artículo o en nuestras redes sociales. Podrás encontrarnos en Facebook, Twitter e Instagram.
Próximo lunes, próximo reto.